El cultivo de olivos es una actividad que involucra una variedad de modalidades, cada una adaptada a diferentes necesidades agrícolas y condiciones del terreno. Elegir la modalidad correcta es fundamental para asegurar un crecimiento saludable y una producción óptima. En este artículo, exploraremos las principales variedades de olivos, sus características, y los factores a tener en cuenta a la hora de seleccionar la más adecuada para su cultivo
Olivo Arbequina
Los plantones de olivo arbequina entran en producción de forma temprana, ofreciendo aceitunas de alta calidad que aportan un sabor único. Su fruto pequeño favorece la obtención de un aceite de gran pureza y un perfil sensorial con notas picantes y amargas.
En el cultivo del olivo arbequina, es recomendable el uso adecuado de fertilizantes para maximizar el rendimiento por hectárea. En viveros, los plantones pueden ser cultivados en macetas para facilitar su transporte.
Olivo Hojiblanca
Aunque el olivo arbequina se distingue por su sabor suave y afrutado, también ofrecemos otras variedades destacadas como el olivo Hojiblanca, con su equilibrado sabor dulce y amargo; el olivo Picual, conocido por su intensidad y resistencia; y el olivo Arbosana, ideal para quienes prefieren un aceite con matices suaves pero complejos.
Una de las variedades más renombradas de aceite de oliva virgen extra es el aceite hojiblanca, conocido por su calidad y por preservar el sabor característico del aceite de oliva con un toque ligeramente amargo.
Entre sus características destacan su resistencia a la sequía y su vigor medio, lo que lo convierte en una opción excelente para los viveros locales. Comparado con otras variedades como el Picual o Arbequina, el Hojiblanca produce un aceite virgen extra de gran calidad, famoso por sus notas picantes y frutales.
El aceite virgen extra de hojiblanca es monovarietal, lo que resalta las cualidades únicas de esta variedad. Es importante tener en cuenta las enfermedades que pueden afectar al cultivo, como la lepra del olivo, el repilo y la tuberculosis. Esta variedad es la tercera más cultivada en España, principalmente en las provincias de Sevilla y Granada.
Además de la variedad hojiblanca, ofrecemos otras de gran calidad como el olivo Arbequina, conocido por su sabor suave; el olivo Picual, por su intenso sabor y resistencia; y el olivo Arbosana, que ofrece un equilibrio entre dulzura y amargor.
Olivo picual
El olivo picual es agronómicamente una de las variedades más valoradas por su rusticidad y alta capacidad productiva. Además, es una variedad de rápida entrada en producción. El olivo picual es fácil de manejar, y con una poda adecuada se puede empezar a cosechar en el tercer año, alcanzando su máximo rendimiento en el quinto o sexto año. Como con otras variedades, la poda debe realizarse después de la cosecha.
Esta variedad se caracteriza por su alto contenido de ácido oleico, lo que lo convierte en una excelente opción para la producción de aceite de oliva virgen extra. El aceite picual se cultiva principalmente en Jaén, donde se adapta bien al clima y al terreno.
Su alto rendimiento y la calidad del aceite lo hacen ideal para freír y otros usos culinarios. Además, el aceite picual tiene una notable resistencia a la oxidación, gracias a su alto contenido de polifenoles, lo que le permite mantener sus propiedades durante más tiempo, siendo muy valorado por los consumidores.
El olivo picual es fácil de cultivar, lo que ha facilitado su expansión en viveros y plantaciones. Sus hojas tienen una pequeña punta que facilita la identificación de esta variedad.
En comparación con otras variedades como el Arbequino, el Picual destaca por su resistencia a enfermedades como la verticilosis y el repilo, además de su cosecha temprana, lo que contribuye a su popularidad para la producción de aceites de alta calidad.
También ofrecemos el olivo Hojiblanca, conocido por su equilibrio entre dulzura y amargor, y el olivo Arbosana, que combina matices dulces y complejos.
Olivo Arbosana
El olivo Arbosana, originario del Penedés, entre Tarragona y Barcelona, es ideal para plantaciones en seto debido a su vigor reducido y alta productividad. Además, tolera densidades de plantación mayores que otras variedades.En cuanto a productividad, puede ser similar o incluso superior a la Arbequina, y su aceite es más estable, lo que lo convierte en una buena opción para zonas donde el frío no sea un problema.
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